19 may 2014

Bramante y Palladio




Los pioneros de la arquitectura colosal:

Esta más que claro que en el renacimiento surgió el análisis profundo para la comprensión de la arquitectura  y el resurgimiento de aquellos conocimiento perdidos. Fue la excavación de antiguos conocimientos  para el desarrollo de monumentos y la recuperación de toda una era pasada. A lo largo de la época fueron surgiendo visionarios y grandes observadores tales como Bramante, Palladio, Alberty, Rafael entre otros fueron los destacados de la época. Recuperando lo perdido, el re-nacimiento.


Bramante fue un arquitecto italiano, el más influyente del renacimiento. Una de sus primeras obras romanas es el Tempietto de San Pietro in Montorio (1502), un pequeño templo circular cubierto por una cúpula semiesférica, “quizá inspirado en el desaparecido Templo de la Sibila, en Tívoli” (blog). Esta obra, con sus superficies desprovistas de ornamentos, representa el momento culminante de la arquitectura renacentista, y en ella Bramante se acerca al espíritu clásico como ningún otro. Los dos grandes proyectos que ocuparon el resto de su “actividad creativa”, y que por desgracia no se llevaron a cabo, fueron la reconstrucción de la basílica de San Pedro y el plan para los palacios del Vaticano. Puesto que servía al Papa

Andrea Palladio:
El Creador de 26 edificios, en los que se combinan las tradiciones arquitectónicas antiguas y las del Renacimiento veneciano.
Combinó elementos del lenguaje clásico, de acuerdo con las necesidades funcionales de cada edificio y en este sentido se le puede considerar como un arquitecto manierista. Al mismo tiempo compartió la búsqueda renacentista de las proporciones armónicas, y sus fachadas se caracterizan por una excepcional elegancia basada en la sencillez. Fue el primer arquitecto que desarrolló un sistema ordenado para las disposición de las habitaciones privadas.

También “fue el primero que ubicó en edificios residenciales, pórticos con frontones, propios de los templos clásicos, como los que se pueden contemplar en las cuatro fachadas idénticas de Villa Rotonda, compuestas por seis columnas sobre un “pódium” elevado precedido por una escalinata.” (blog,bio) Sus edificaciones incorporaban soluciones llenas de ingenio y brillantes, en ocasiones para facilitar la entrada de luz o para hacer más cómodos los tránsitos entre distintas estancias.
Ambos arquitectos proyectaron su curiosidad y renacieron el viejo y nuevo conocimiento que hoy estudiamos.

photo: biblioteca google

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